Aquí dejamos las recomendaciones que han elaborado las Orientadoras del centro para estos días y consideramos que pueden ser útiles:
INDICACIONES PEDAGÓGICAS A LAS FAMILIAS ANTE LA SUSPENSIÓN EXCEPCIONAL
DE LAS CLASES
Estimadas familias:
Basándonos en
las instrucciones circularizadas por la Organización Mundial de la Salud, desde
el Departamento de Orientación os hacemos llegar unas pautas que creemos pueden
ser de utilidad para nuestro alumnado durante estos días de suspensión de
clases:
⦁ Explicarles la situación causada por el COVID-19.
Hablándoles, con franqueza, sobre
qué es una epidemia y qué consecuencias está teniendo para nuestra vida
cotidiana, en palabras que les resulten comprensibles para su edad. Es
prioritario que entiendan que prácticamente no existe ningún peligro para
ellos/as, pero también deben ser conscientes de que hemos de tomar precauciones
para proteger a las personas más vulnerables, como son nuestros mayores.
Debemos escuchar sus interpretaciones, preocupaciones, dudas, prestándoles un
extra de atención y de cariño, y protegiéndoles de toda aquella información que
aún no pueden procesar y que pueden crearles confusión y angustia.
⦁ Atender a su demanda de atención.
Los/as niños/as perciben la
alarma social generada por la crisis sanitaria y además viven la situación de
confinamiento en sus casas, lo que puede traducirse en ansiedad, incertidumbre,
agitación, mal humor, preocupación, angustia o estrés. Puede que incluso se dé
alguna situación regresiva, como puede ser orinarse en la cama. Debemos
minimizar su importancia y atender a sus demandas con más frecuencia de lo
habitual, no tratarles con indiferencia y ser solidarios con sus estados de
ánimo, transmitiendo calma y seguridad.
⦁ Mantener a los/as niños/as apegados a sus familiares y
amigos/as.
Uno de los aspectos más difíciles
del confinamiento es dejar de ver y de convivir con personas importantes para
ellos/as, como pueden ser sus abuelos/as, tíos/as, primos/as, amigos/as, compañeros/as.
Es importante procurarles un contacto regular por otros medios (llamadas de
teléfono, mensajes de audio, de Whatsapp, videoconferencias), que minimice la
distancia y les haga sentir más socializados/as.
⦁ Organizar nuevas rutinas y horarios regulares.
Por la mañana:
⦁ Levantarse todos los días más o
menos a la misma hora, cercana a la habitual de cuando hay actividad escolar
(salvo los fines de semana, con horarios algo más laxos). Realizar las tareas habituales de desayuno,
higiene, cambiarse a ropa “de calle”, y
posteriormente dedicar un tiempo a las tareas de aprendizaje y conocimiento,
incluyendo un tiempo de lectura.
El profesorado ha pautado tareas
de las diferentes asignaturas para ir realizando a lo largo de estos días.
Evitar concentrar tareas de una asignatura en un solo día, sino distribuirlas a
lo largo de los días. Pautar también periodos de descanso y movimiento entre
las actividades.
Colaborar en las tareas
domésticas mediante actividades muy concretas que pueden realizar y repetir de
manera rutinaria.
Cumplidas las “obligaciones”,
jugar con juegos de mesa, manipulativos tipo Legos, puzzles, juego simbólico,
….. cualquier tipo de juego que no implique tecnología, que quedaría relegada a
la tarde. Para el alumnado que tiene teléfono móvil, restricción de su uso para
que no le interfiera en sus tareas de la mañana.
Por las tardes:
⦁ Compartir tiempo de ocio en
familia, visionando películas y/o dibujos animados en televisión, jugando a
videojuegos por tiempo limitado, estimulando actividades que impliquen
ejercicio o movimiento (bailar, hacer gimnasia, jugar a musicales), cantar, hacer
manualidades.
Establecer comunicaciones con
familiares y amigos/as usando las nuevas tecnologías.
Controlar el tiempo de uso del
teléfono móvil de aquellos que dispongan de uno propio, ya que solamente éste
puede consumir todo su tiempo o aislarle del resto de la familia.
Es fundamental que nosotros, los
adultos, controlemos el uso propio que hacemos de las comunicaciones, las
tecnologías y los informativos, ya que estamos dando ejemplo de manera
intensiva a los más pequeños/as.
Es una buena ocasión para minimizar su
importancia en nuestra vida, y para dedicarles tiempo de calidad (y cantidad) a
nuestros hijos e hijas, que, seguro, reconocerán y agradecerán.
Dicen que las crisis
están repletas de oportunidades. ¡A por ellas!
Un abrazo,
Orientadoras
educativas
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